jueves, 8 de mayo de 2014

Profesias







Un testigo cuenta los últimos instantes de la muerte en la horca de Saddam Hussein

Juan Carela Hernández  

BAGDAD,  – Un busto de Saddam Husein con la cuerda que lo ahorcó alrededor del cuello preside la oficina de Muafak al Rubaie, testigo de los últimos instantes del exdictador iraquí ejecutado el 30 de diciembre de 2006.   Este ex-consejero de seguridad nacional considera que Saddam Husein merecía mil veces la muerte, pero reconoce que fue valiente en los últimos momentos de su vida.
“Tenía un aspecto normal y estaba relajado, no he visto ninguna señal de miedo. Claro que a algunos les gustaría que dijese que se derrumbó o que estaba drogado, pero esta es la verdad histórica”, cuenta a la AFP en su oficina de Kadmiya, en el norte de Bagdad, cerca de la cárcel donde se produjo la ejecución.
¿Era un criminal? Lo era. ¿Un asesino? Cierto. ¿Un carnicero? Cierto. Pero fue fuerte hasta el final (…) No escuché un ápice de arrepentimiento de su parte, no le escuché implorar misericordia a Dios, o pedir perdón”, dice.   Presidente de 1979 hasta la invasión estadounidense en 2003, Saddam Husein fue condenado y ejecutado por crímenes contra la humanidad por lamuerte de 148 chiitas en Dujail en 1982.
Aunque su presidencia estuvo marcada por una represión brutal, con guerras devastadoras y sanciones internacionales, algunos iraquíes, en particular los sunitas, lo defienden, sobre todopor los periodos de estabilidad que no han vuelto a ver desde su caída.   Más allá de las fronteras iraquíes, algunos árabes tienen en alta estima a este hombre que libró una guerra contra Irán (1980-1988), plantó cara a Estados Unidos, atacó a Israel (1991) y actuó con dignidad ante la muerte.
“Una sensación extraña”
 =======================   “Estaba esposado y sostenía un Corán”, cuenta Rubaie. “Lo llevé a la sala del juez, que le leyó la lista de los cargos de los que se le acusaba mientras Saddam repetía “¡Muerte a Estados Unidos! ¡Muerte a Israel! (…) ¡Muerte al mago persa!”, recuerda.   Luego lo llevó a la sala donde iba a morir. Como tenía los pies encadenados, hubo que tirar de él para que subiera los peldaños.   Pero justo antes de su muerte, como se vio en un vídeo no autorizado, los testigos lo insultaron gritando “¡Viva el imán Mohamed Baqr al Sadr!” y “¡Moqtada! ¡Moqtada!”, en referencia a un opositor muerto bajo su presidencia y su sobrino, convertido después de 2003 en el jefe de una milicia chiita.
“¿Se comporta así un hombre?”, contestó el ex-dictador.   Rubaie cuenta que luego levantó la palanca para ahorcar a Saddam Husein, pero, como no funcionó, otra persona, cuya identidad no ha querido precisar, tomó el relevo.   Justo antes de morir, Saddam Husein comenzó a recitar la profesión de fe musulmana: “Soy testigo de que no hay más Dios que Alá y que Mahoma…”. No tuvo tiempo de pronunciar las últimas palabras: “… es su profeta”.
Posteriormente, metimos su cuerpo en un saco blanco y se colocó en una camilla, antes de ser transportado en helicóptero estadounidense hasta la residencia del primer ministro Nuri al Maliki, en una zona de alta seguridad en el corazón de Bagdad.   “Recuerdo con claridad que el sol comenzaba a levantarse” mientras el helicóptero sobrevolaba Bagdad, dice Rubaie.
Cuando llegamos, “el primer ministro nos tomó de las manos y nos dijo: ‘Que Dios os bendiga’. Le dije ‘Venga, míralo’. Entonces le destapó la cara y vio a Sadam Husein”, agrega el exconsejero, que sigue siendo un aliado del jefe del gobierno.   “Cometió infinidad de crímenes y merecía ser ahorcado mil veces, resucitar y ser ahorcado de nuevo.
Pero la sensación, esta sensación es una sensación extraña”, repite Muafak al Rubaie, encarcelado en tres ocasiones bajo el régimen de Sadam Husein. “La muerte llenaba la sala”.   Según Rubaie, la ejecución se decidió después de una videoconferencia entre Maliki y Georges W. Bush, el entonces presidente estadounidense, que le preguntó al primer ministro: ¿Qué va a hacer usted con este criminal?”   “Lo vamos a ahorcar”, declaró Maliki, tras lo cual Bush levantó el pulgar en señal de aprobación, contó.   Al cabo de unos días, frente a la polémica suscitada por el vídeo no autorizado, Bush reconoció que la ejecución tendría que haberse hecho “de forma más digna”.
LA MUERTE DE LOS CUATRO ENEMIGOS MÁS GRANDES DEL PUEBLO DE ISRAEL, EN LOS ÚLTIMOS DIEZ AÑOS, HAN SIDO MUERTES HORRIBLES.

A continuación quiero hablarles de los cuatro hombres  que en sus vidas fueron los más grandes enemigos del pueblo judío; estos hombres en sus años de gobierno financiaron múltiples atentados terroristas contra el pueblo judío. Con sus financiamientos dejaron a centenares de niños huérfanos, centenares de mujeres viudas; o viceversa. Miles de estas víctimas judías nunca perdieron la esperanza de algún día poder ver la justicia divina, aquí en esta vida.

Pero estos cuatro personajes no sólo causaron dolor y luto al pueblo judío, sino que también lo hicieron con sus propios pueblos; déjenme mencionar a estos cuatro hombres que en estos momentos se encuentran en lugar eternamente aterrador, y después haremos un análisis de uno por uno.

Estos hombres son: Yasser Arafat, Saddam Hussein, Bin Laden y Moamar Kadafi.
Todos ellos han muerto en menos de 10 años.

YASSER ARAFAT

Este hombre, que fuera el máximo líder palestino, fue considerado como uno de los más grandes asesinos del pueblo judío; él impulsó y diseñó múltiples atentados terroristas contra el pueblo judío, en especial en barcos, restaurantes y buses escolares.

Nunca olvidaré aquella mañana del año de 1996. Yo estaba viviendo en la parte media de la calle Hiram, en el barrio Mea-Sharim, en Jerusalén. Esa mañana mi cuarto se estremeció; salí a ver, y estaba en ese momento la escena de dolor. Era un bus de la Ruta 68, completamente repleto de niños de kínder, quienes, acompañados de sus abuelitos, iban a la escuela. El atentado fue perpetrado por los terroristas palestinos, inspirados en Yasser Arafat, quien celebró el atentado.

Este hombre entró por última vez a la explanada del templo en Jerusalén en septiembre del 2000, y maldijo públicamente al pueblo de Israel. Y dijo que no moriría hasta no ver a los judíos lanzados al mar Mediterráneo; sólo cuatro años después, en el año 2004, Yasser entró en una enfermedad terminal, y sus últimos días de agonía fueron espantosos. Fue traslado a Francia, para que los médicos trataran de salvarlo, pero fue en vano.

Yasser Arafat junto a sus médicos antes de ser trasladado a Paris. (3)
En los noticieros salieron las siguientes declaraciones del médico personal de Arafat, quien estuvo con él hasta el último momento.

“Fueron sietes días de horrible agonía”, dijo su médico. “Su propia esposa no soportó estar en esos momentos de agonía, porque era espantoso”.
Según las palabras de algunas enfermeras, dijeron que nunca habían visto semejante agonía; los titulares en los periódicos palestinos decían que Arafat se negaba a morir.
La Palabra del Señor, en Génesis 12:3, dice, en relación a la descendencia del padre Abraham: “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré”.

Arafat murió cuatro años después de haber maldecido públicamente al pueblo de Israel; líderes judíos dijeron que Arafat había bajado con sus manos ensangrentadas a la eternidad.
No sabemos qué es lo que miraba Arafat en los ojos de la eternidad en esos siete días de horrible agonía, pero sí creo que su alma estaba aterrada, porque una vez paralizado el corazón de él, esa alma pasaba a un lugar eternamente horripilante. Y posiblemente en estos momentos, en el lugar de tormento puede ver con horror toda la sangre inocente derramada, incluyendo la de los niños de esa mañana de 1996.

Sin embargo, Arafat todavía tiene que volver a la Tierra, pero no para tener otra oportunidad, sino para comparecer ante el impresionante Trono Blanco y ante El Supremo Juez. Para escuchar su sentencia justa, y ser lanzado al lago de fuego para siempre jamás.

SADDAM HUSSEIN

Este hombre, quien gobernó por casi tres décadas el país de Irak, donaba 25 mil dólares a las familias palestinas que hicieran atentados terroristas contra el pueblo de Israel. Por 25 años financió el proyecto para matar a judíos, aparte que fue uno de los aterradores criminales de su propio pueblo; mató no a miles, si no a centenares de miles iraquíes, y a por lo menos 700 mil iraníes en la guerra de Irak contra Irán. Sus hijos se convirtieron en asesinos al igual que él; ellos mataban a toda persona que les cayera mal en Irak. Nunca hubo un tribunal de justicia terrenal que lo juzgara.

En la guerra emprendida por Estados Unidos en el 2003 (guerra que nadie entiende hasta hoy en día, pero que increíblemente estuvo profetizada en Las Sagradas Escrituras), tengo un estudio que se llama “USA e Irak”, donde muestro las evidencia bíblicas. En este mensaje, que grabé cuando todavía él no había sido apresado, estoy demostrado que Saddam sería agarrado como las ratas. Y así fue apresado por los soldados estadunidenses: En un hueco, como las ratas.

Saddam fue llevado al tribunal de su mismo país. Cuando le dijo el juez que se pusiera de pie, para escuchar su sentencia, aquel hombre, que en sus días de poder fue sumamente arrogante, en ese momento le temblaban las manos, mientras se miraban sus ojos llenos de terror al escuchar que era sentenciado a la pena de muerte en la horca.

Saddam Hussein fue juzgado y condenado a morir en la horca en el año 2006.
Cuando miré en la televisión eso, me acordé del tema del juicio final. Qué terrible será ese día. Sólo me recuerda aquella parte de Apocalipsis 6:15-17, donde los hombres suplican a los montes que bloqueen la mirada del que está sentado en el trono, porque su juicio ha llegado.
Hoy en día Saddam está en el tormento eterno, arrepentido por los centenares de almas que asesinó cuando estaba en el poder; sin embargo, Hussein todavía tiene que regresar a la Tierra para comparecer ante El Trono Blanco y escuchar su sentencia final, y ser lanzado al lago de fuego, donde ya para ese entonces estará el mismo satanás, el diablo.

BIN LADEN

Bin Laden fue un acérrimo enemigo del pueblo judío; odiaba profundamente al pueblo de Israel. Fue un asesino de grandes magnitudes, y fue el autor intelectual del atentado terrorista de Las Torres Gemelas, en Nueva York, y el Pentágono, en Washington D.C. Sus últimos 10 años los pasó huyendo; escondiéndose. Debió ser horrible la vida de este hombre en estos años.
No tenemos mucha información de los últimos momentos de su vida, mientras se enfrentaba a los soldados estadunidenses, pero sí pudimos ver su rostro desfigurado. Se dice, y son comentarios no oficiales, que él suplicó por su vida.

Interior de la residencia donde fue realizado el operativo que terminó con la vida
del líder de Al Qaeda Osama Bin Laden en Islamabad, Pakistán. (5)
La muerte de este hombre fue celebrada por millones en el mundo, en especial por los Estados Unidos de América e Israel; por fin, el gran asesino de Las Torres Gemelas se enfrentó a la justicia divina, y ahora está en las mismas llamas del Infierno, donde está siendo recriminado por sus propios discípulos que él entrenó, en especial los 19 jóvenes terroristas que participaron el 11 de septiembre del 2011, quienes fueron los primeros en verlo llegar al infierno.
Oh… Qué horrible debe ser para Bin Laden estos momentos; estar enfrentándose a sus mismos discípulos que están en el infierno, y muchas de las almas que él mató, y murieron sin Dios y sin fe, y que fueron antes de tiempo al infierno por culpa de él.
Oh… Qué profundo es este misterio. Vale la pena que estudie profundamente Isaías 14:9-11.
Como dije, no sabemos cómo fueron los últimos minutos de la muerte de Bin Laden, pero estamos seguros que fueron horribles y espantosos. Pero sí fue una profunda vergüenza el fin de sus días, donde ni siquiera pudo tener una sepultura decente, ya que fue lanzado como un simple animal a las profundidades del mar. Y de ese mar, un día se levantará el alma de Bin Laden, para comparecer ante El Gran Trono Blanco, para recibir su juicio final. Y de inmediato será lanzado al lago de fuego.

MOAMAR KADAFI

Llegó al poder de Libia hace 42 años; todos esos años los gobernó a punta de sangre inocente. Fue un brutal asesino, al igual que los tres hombres que ya hemos mencionado.
Kadafi asesinó a miles de miles de su propio pueblo, y sus propios hijos llevaban el mismo camino; ya eran unos asesinos. Kadafi financió múltiples atentados contra el pueblo de Israel, y colaboró en los actos terroristas en la década de los 80´s, contra los dos vuelos de la ya desaparecida línea aérea Pan-Am.

Moamar Kadafi prácticamente era dueño de su propio país; poseía una impresionante fortuna, valorada en más de 46 mil millones de dólares. Tenía impresionantes inversiones en Italia y otros países de Europa; sin embargo, al morir nada de eso se pudo llevar. Ni siquiera fue enterrado en una tumba digna, sino en un lugar desconocido del desierto.
¿Cómo fueron los últimos minutos de la vida de este hombre?  A Kadafi se le conocía por ser un hombre sumamente arrogante. Pregunté a un amigo que lo conocía, de cómo era él en lo personal. El amigo me dijo: “Lo típico de todos los dictadores: Tienen una mirada controladora, y a la vez era un hombre muy soberbio”.
Sin lugar a dudas, la muerte de Kadafi fue horripilante, al igual que las de Arafat, Saddam y Bin Laden; creo que nadie podrá olvidar, por lo menos en mucho tiempo, en su propio pueblo, la agonía y desesperación de Kadafi, antes de ser asesinado y humillado por sus captores.

"Imagen tomada de un video que muestra la captura de Moammar Kadafi… cubierto en sangre
es empujado a una de las camionetas de las fuerzas revolucionarias anti-Kadafi…" (6)
Es impresionante escuchar los gritos aterradores que lanzaba Kadafi, suplicando por su vida; si usted pone atención, son aterradores sus gritos. Cuando vi ese video en YouTube, me impactó profundamente. Y me vino a la memoria la película “La Pasión de Cristo”, de Mel Gibson, cuando Judas Iscariote  está aislado, y en esos momentos llegan unos supuestos niños de la calle; esos niños se le transforman en demonios y comienzan a atormentarlo.
Cuando miraba la pandilla de sus captores, cómo se lanzaban con locura sobre su cuerpo, me imagino que en esos momentos los rostros de estos captores ante los ojos de Kadafi estaban transformados en vivos demonios, que en vivo estaban llegando por su alma. De allí los aterradores gritos de este hombre, que en los días de su gloria nunca le tembló la mano para mandar cegar vidas.
O nunca se imaginó el dolor profundo que ocasionó en las miles de víctimas; ahora le tocaba a él, y no hubo fuerza que lo salvara. Así pasó a la eternidad: En profunda angustia.
Sin embargo, Kadafi todavía tendrá que resucitar para comparecer ante El Gran Trono Blanco, para escuchar su sentencia final por la cual fue llevado al infierno, y finalmente al lago de fuego.

CONCLUSIÓN

Vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se halló ya para ellos.  Y vi los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios. Los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida. Y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. El mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados cada uno según sus obras. La muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. El que no se halló inscrito en el libro de la vida, fue lanzado al lago de fuego. Apocalipsis 20:11-15

El día del Juicio Final será un acontecimiento sin precedentes en la Historia humana; será el día en que toda la humanidad, sin Dios, sin fe y esperanza, tendrá que comparecer ante el supremo Dios Todo Poderoso, para rendir cuenta de sus acciones mientras estuvo en su cuerpo en este mundo.
Desde Caín, el primer homicida de la Historia, hasta el último de los pecadores que se negaron a recibir al Señor Jesús como su Salvador.
En mi CD, sobre este tema, doy detalles profundos en ese momento en que los libros son abiertos, y el que no se encontró escrito en El Libro de la Vida será lanzado al lago de fuego.
Toda alma de todo ser viviente sabe que ese día llegará, y el alma tiene una noción sobre este impactante día de la Historia; ese día comparecerán los grandes líderes mundiales de todos los estratos sociales.
Veremos a Nabucodonosor, del Antiguo Testamento, entre otros; a Alejandro El Grande, el gran conquistador de los griegos. Miraremos a todos los Césares y Nerones. Miraremos a Adolfo Hitler, el más grande asesino del pueblo judío de todos los tiempos; miraremos a todos los gobernantes de las naciones que no se arrepintieron, grandes y pequeños delante del Gran Trono Blanco. Y por supuesto que miraremos a Arafat, Saddam, Bin Laden y Kadafi.
Pero también miraremos a todos los grandes cantantes, artistas y actores, comparecer ante El Trono Blanco, no para cantar, sino aterrados esperando su final sentencia. De fijo, allí comparecerá Vicente Fernández, si es que no se arrepiente antes de morir y recibe a Cristo, pero también miraremos a los grandes líderes religiosos, desde todos los papas de El Vaticano hasta los grandes falsos profetas de todos los tiempos.
El pasaje dice: Vi todos los muertos, grandes y pequeños. Es decir, de todos los estratos sociales estarán frente al Gran Trono Blanco.

"Ante el trono celestial, en el gran Juicio Final, Ap. 20:11-12". (7)
Como digo en el estudio en CD, las razones de que se muestren una serie de libros en ese juicio no significa que a lo mejor alguno podrá salir librado de ese juicio, pues no debe olvidar que los que comparezcan a ese juicio se les conoce como los “de la segunda resurrección”. Es decir, los que nunca fueron salvos (Apocalipsis 20:5).

Este gran juicio sucederá al final del milenio; al cabo de esos mil años, satán y sus demonios son sueltos del pozo del abismo, y simultáneamente, millones están resucitando, más los millones de humanos del milenio, que a pesar de haber estado en el gobierno de Cristo, no lo recibirán.
Y satán los arrastrará juntamente con los muertos, para tratar de hacer la última rebelión contra El Altísimo; esta será la última rebelión del espíritu de Gog y Magog, demostrando con esto que el actual odio de las naciones árabes y musulmanes contra el pueblo de Israel viene del mismo satán.
Una vez que satán logra reunir toda esa multitud contra El Altísimo, se da el impresionante escenario del Juicio Final. Satán y sus demonios son lanzados directamente al lago de fuego, pues ellos no necesitan oír el juicio, por cuanto ya están enjuiciados; simplemente son lanzados al lago de fuego, donde ya estarán el falso profeta y el anticristo.
Una vez que satán es lanzado al lago de fuego, se establece el impresionante Trono Blanco, y el majestuoso Señor se sentará como Juez, para dar su final sentencia.

Cuando dije que “miraremos”, es porque los santos que hayamos sido salvos por la Sangre preciosa del Señor Jesús, y que permanecimos fieles a su Palabra hasta su venida, estaremos en ese juicio final. Pero no como acusados, sino como testigos del Señor Jesús.
Por favor vuelva a leer este pasaje de Apocalipsis 20:11-15.

Mi amigo, cueste lo que te cueste trata de entregar tu corazón al Señor Jesús; no mueras sin fe y sin esperanza, porque una vez muerto ya no hay esperanza. El infierno será irremediable, y del infierno iras al Juicio Final. Recuerda: No es de sabios rechazar al Señor Jesús.
Sobre todo, hazlo por amor a tu alma y tu familia, pues tus hijos seguirán el camino que tú sigas; si tu alma se va al infierno, lo más seguro es que cuando tus hijos lleguen a adultos también irán al mismo lugar tuyo. Pero si tú terminas tus días en Cristo Jesús, muy seguro que tus hijos también serán salvos.

A mis hermanos en Cristo, en especial a aquellos que lastimosamente, por no estar leyendo la Biblia están siguiendo a falsos profetas, y haciendo prácticas abominables, como las de los encuentros, más les vale que se aparten de esos falsos ministros; de lo contrario, irán al mismo infierno, donde ellos se encontrarán, y finalmente irán al juicio final como acusados.
Sigamos fieles al Señor Jesús y mantengámonos fieles a su Palabra.
San Mateo 24:13 dice lo siguiente: Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo.

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